sábado, abril 18, 2009

Cómo imprecar con las entrañas sin ser vulgar

¿Está usted cansado de ser soez, a pesar que el mundo lo merezca? ¿Le parece que mentar madres es una vulgaridad? ¿Le han hecho notar que tiene boca de pirata? Ya no se preocupe. Aquí le paso una lista de imprecaciones dignas y estimulantes, aunque no le garantizo que su interlocutor le comprenda. Animal del monte: dícese de aquel cuyo intelecto es menor al de una zarigüeya. Puede usted usarla incansablemente, porque el destinatario de esta perla difícilmente se dará por aludido y se reirá de buena gana del insulto. Bistec: improperio puramente nerd. Dícese del pedazo de carne sin cerebro. Generalmente incomprendido. Alcornoque: dícese de aquel cuya materia gris posee la densidad del corcho. Incomprendido por la sencilla razón de que el corcho está cayendo en desuso. Voto a tantos: juramento favorito de Artagnan y compañía, al igual que "voto a bríos". Equivalente francés decimonónico a "Me lleva la chingada". Bergante: dícese del sinvergüenza común y corriente. Término en desuso, que proviene del gótico "bríkan". Fonéticamente parece decir algo más feo de lo que aparenta. Pecado de tu madre: nuestros púdicos antepasados decimonónicos inventaron este bonito término para no tener que decir, entre otras, palabras como "bastardo" o "hijo del arrabal". Actualmente se trata solamente de un término pintoresco. Suficiente por hoy. Próximamente otra entrega de este interesante vocabulario.