lunes, enero 22, 2007

Fe de erratas (bueno, fe...)

Para que vean que uno la caga en lo que se sabe al dedillo.

Mi bisabuela, tema del anterior post, se llamó Mathilde Hinojosa de González (y antes fue de alguien más, porque el de González le cayó de segundas nupcias. Sí, ahora que lo pienso es tradición en mi familia cambiar de apellido de cuando en cuando).

Perdón, señora mamá de mi papá, abuelo, o ya puestos, don Fortino. No se lo tome personal. Puesto que tenemos años sin llevarnos mal (de hecho, sin llevarnos de ninguna manera), no me gustaría que reinauguráramos nuestras relaciones ...¿filiales?... con más pesadillas o con usted jalándome las patas por la noche.

Pásenlo bien.

jueves, enero 18, 2007

Un recuerdo tenebroso


Diana es la responsable de que me acordara de doña Mathilde González de Hinojosa, mi querida bisuabuela y némesis de la infancia.

¿Era mala gente doña Mathilde? No, no era mala. Cabrona sí, y a morir. El testimonio de muchas personas (entre ellas sus nueras, nietos y una servidora) avalan esta impresión no necesariamente negativa. ¿Qué tiene de malo ser cabrona cuando eres mujer de principios de siglo, estás viuda con un chingomadral de hijos y además estás que te lleva la chingada de tanta enfermedad nefasta que te cargas a los ochenta y pocos años? Yo diría que es un fenómeno natural. Un puro reflejo de que tu sistema inmunológico funciona, o algo así.

¿Fantasmas, aparecidos? N'ombre. ¿Monstruos en el clóset? No hay. ¿Brujas? Estupideces. ¿La mano pachona? Ni que fuera una niña pendeja para creer es eso, papá. En cuanto a vampiros, hombres lobo, nahuales, zombies, momias (de Guanajuato o Egipto) me parecían literalmente cuentos. Así que ni por accidente me asustaban. Ya pasados mis nueve o diez años me empezaron a mover el tapete. Doña Mathilde, en cambio...

Doña Mathilde me daba M I E D O. Mucho, mucho. Aquellas visitas de don Fortino (mi abuelo) a casa de su amá eran la muerte para mí. "Pero m'hija, vas a ver a tus primos (ojo, se trataba de mis tíos más jóvenes, que tenían mi edad)." Yo iba con él. ¿Qué opción me quedaba? Pero todo el tiempo estaba con el alma en vilo, a punto de salírseme por la boca. Y cada vez que la señora me miraba, se me hacía que me iba a decir algo horrible, después de lo cual mi vida no podría ser la misma. Y ni qué hablar de su casa, que era una casa bonita, absolutamente normal. Tenía una cocina muy bien equipada, con muebles viejos pero muy bien cuidados. Y la sala estaba bonita (y me parece que forrada en plástico). Lo que me volvía loca eran las persianas. Siempre me parecía que había alguien detrás de ellas mirándome. Con mucha frecuencia me paraba de delante de la tele y salía corriendo al patio, a ver si pescaba al cabrón que me estaba fisgando, pero nunca lo veía, y eso me daba más miedo todavía que si me lo hubiera encontrado.

Toda esta situación se terminó cuando cumplí seis años. Unos días después de que entré al primer año de primaria, doña Mathilde murió en la clínica 17 a causa de complicaciones diabéticas y, si no me equivoco (mi abuelo nunca quiere hablar de ello), cáncer. Con todo, siguió protagonizando mis pesadillas por mucho tiempo. A veces la soñaba en su cama, llamándome. Otras, sentada en su mecedora, de la que casi nunca se paraba. La última y más pinche de todas la tuve unos meses después de su muerte. Soñé que iba a su tumba a dejarle flores y que ella brotaba del suelo, como si fuera una planta, para perseguirme y regañarme. Muy mal pedo. Lo que siempre me ha intrigado es de dónde saqué una imagen tan cinematográfica si yo no había visto una película de terror en mi vida. Eso vino bastante después.

Pasados los años, supe que doña Mathilde no fue mala persona. Fue de hecho una mujer muy sufrida. Supongo que de ahí le venía el ceño fruncido y la apariencia adusta que me espantaba tanto. También sé que realmente me quería. Y ahora sé que yo también la quise a mi manera, sólo que ni ella ni yo supimos nunca cómo hablar la una con la otra. Ella era demasiado vieja y pagada de su imagen de matrona, y yo demasiado niña y tímida para acercármele. Y aún así, no me parece que hayamos tenido una mala relación, o que no la hayamos tenido. A veces me sonreía y yo sentía bonito, o me acariciaba la cabeza sin que me lo esperara.

Supongo que eso era todo lo que podíamos darnos, sonrisas y mimos casuales.

Pásenlo bien.

martes, enero 16, 2007

Piolín







La Hurona preparada para lo que venga.


No crean que son fotos de hoy. Son de hace un mes, más o menos. Pero como hoy le voy a poner (o ya le pusieron, no sé) este mameluco de Piolín a prueba del frío más pinche que pueda caer por estos lares, da una imagen muy clara de cómo se ve la señorita. Abríguense bien. Mejor andar de Piolín que en bata chafa que te deja ver las nalgas en cualquier clinicucha del Seguro.


¿Alguien sigue en el Seguro además del sr. Sagaz?


Cuídense y hasta mañana, si me animo a salir de casa.

En espera

¿En espera de qué? Neta que qué día tan aburrido. Terminé de buscar en el catálogo unos libros que el cuate de las dedicatorias me pidió, pero no tenía el tiempo suficiente para buscarlos en físico.

O más claramente, no creo que los demás tuvieran la disposición para ayudarme a escanear y cosas así.

Así el asunto, me he aburrido olímpicamente casi todo el día. Tuve chance de pasar en limpio un cuentito que escribí a principios de mes, y eso ha sido el momento estelar del día. Me tomó... ¿quince minutos?

Güeno. Ahora a esperar la helada. Ahi se abrigan, se cuidan y toman cosas calientitas. Tengo la esperanza de que mañana, por un milagro del cielo de esos que pasan cada cien años en este rancho bicicletero, amanezca nevado o con hielo, para quedarme en casa y aburrirme a gusto. Pero no, ya pasaron los felices días de infancia en que, con motivo o sin él (es decir, con o sin asma), no asomaba la nariz al exterior porque hacía friíto.

Cuidaos.

Abúr.

viernes, enero 12, 2007

Jerez de la Frontera

Diálogo entre el Hurón y JJ a propósito del libro Pasiones y naufragios:

JJ (en un tono sumamente cortés): Oye, ¿quién se encargó de revisar a López Velarde?

Hurón (con cierta sorpresa y sospecha): Yo, maestro.

JJ: Ah. Pues déjame decirte que tuviste una errata.

Hurón: ¿¿¿¿YO????

JJ: Sí, tú. Pusiste que nació en Jerez de la Frontera. Y ya lo consulté,
Jerez de la Frontera está en Cádiz. López Velarde nació en Jerez, Zacatecas. Así que has dejado a uno de nuestros grandes poetas en calidad de español.

Hurón: Caray, lo siento. Estaba segura de que mi fuente era confiable. No
volverá a suceder.

JJ: No te preocupes, sin estos errores no hay libros. Pero escucha el
programa del domingo en el radio, donde leo poemas del libro y los menciono a
todos ustedes como colaboradores. Cuando leo a López Velarde titubeo un momento
porque es cuando noto la errata.

Hurón: Ok, lo ecucharé, y de nueva cuenta, lo siento. Mucho, mucho,
mucho.

JJ: No te apures. Además, los poemas te quedaron muy bien, sin ningún error.

Hurón: Bueno, sí, gracias. En eso sí fui muy puntillosa. Sigo sintiendo lo otro, pero gracias.


Raza, ustedes me conocen: una histérica redomada cuando algo no sale todo lo PERFECTAMENTE bien que hubiera querido. El sr. Oportuno lo sabe, y para descargo de mi conciencia (además de la salud y tranquilidad de su fin de semana, ya lo sé), me ayudó a investigar lo siguiente: el susodicho pueblo zacatecano al que hace referencia JJ es conocido, efectivamente, como Jerez, y no Jerez de la Frontera. Pero eso es desde hace cincuenta años a la fecha, pues cambiaron el nombre Jerez de la Frontera que sus fundadores gachupines le pusieron en el siglo XVI por el de Jerez de García Salinas, en honor a un gobernador del estado de Zacatecas oriundo de esta pintoresca y nunca bien ponderada localidad.

De esta manera tenemos que: Ramón López Velarde (Jerez de la Frontera, 1881- Ciudad de México, 1921).

He dicho con frecuencia que yo nunca me equivoco (al menos en ciertas cuestiones, ja. Ya saben que soy bien clavada). Y no me equivoco (demasiado) al presumirlo.

Pasen un hermoso e invernal día, y prepárense para recibir pingüinos :)

Ah, sí. ¡Gracias, Pachuco! Nomás por esto, te doy chance de que me pidas otra Hurona. Pero deja pasar unos cuantos años, plis.

jueves, enero 11, 2007

Transitando, transitando


No, no es ningún agente de tránsito encomiándote para que le llegues a donde quiera que vayas. Es la Hurona gateando muy segura de sí y luego de un porrazo bien puesto por el que ni se inmutó hace unas semanas.


Que la disfruten.

Resaca vacacional

¿Qué onda, raza? ¿Saben cual es el síntoma inconfundible de que se cargan una resaca vacacional? Que no tienen nada particular o urgente qué hacer en el jale y en lugar de buscar algo útil qué hacer se ponen a postear pendejadas en su blog.

¿Pero qué digo? ¡Entonces tengo resaca vacacional hace meses, incluso antes de tener vacaciones!

Shitshitshitshitshit y más shit.

Tengo una proverbial hueva.

Mañana voy en calidad de asistente (o sea, de mil usos) a un curso que van a impartir los chicos Villarreal a propósito del libro que apenas hace unas dos semanas terminamos. Davo, uno de mis compañeros, forma parte de la bola. ¿Qué misiones nos tienen reservadas las fuerzas de la ley y el orden? Sabrá Dios. Nomás sé que Mine me enseñó el libro (ya está terminado y quedó bonito) y se lo pepené un ratito para (h)ojearlo y checar algún dato que pueda ser útil mañana.

Así que, en lo que encuentro quehacer, aquí me tienen pasándoles la crónica de un día que tiene resabios vacacionales, especialmente porque traigo ánimo vacacional. Me la he pasado todo el día bostezando cada diez minutos y mirando la hora en el reloj. Sí he estado jalando, para qué me hago güey, pero terminé en un ratito y ahora tengo encima el peso de las horas bien requetemoridas. Le decía al sr. Oportuno en la mañana que en lugar de quejarme debería disfrutarlo, porque no tardan en cargarme la mano de jale. Pero qué quieren. El Hurón se pinta solo en el deporte de quejarse por todo venga o no al caso.

Pasen bonito día.

miércoles, enero 10, 2007

Un(os) servicio(s) al Hurón...

Sr. Sagaz: usted que es tan sagaz, ¿podría pasar por Cómic Castle y preguntar si ya llegó el tercero de la Liga Extraordinaria? ¿Tendrá usted la caridad? ¿Verdad que sí? ¿Y me avisa si llegó o no? ¿Y de paso me presta sus últimos tomos de Hellblazer?

Gracias, sr. Sagaz. Dios se lo pague con sueldo alto y hartas chelas.

Ahi nos.

Por cierto, se han perdido de chelas corrientes (corrientes, no baratas) y harto bebestible de origen vinícola. Si caen pronto, tal vez alcancen algo.

Silla

De regreso al jale

Hola, raza.

Aquí en el primer día de trabajo. Me he quedado muy mal acostumbrada. Como me estaba levantando a las diez de la mañana, la madrugada de hoy me supo a mierda. Pero equis. Llegué a tiempo, aún no he visto a mis compañeritos, aún no sé si el jale del libro se terminó o no, si me van a endilgar algo nuevo. No sé. A ver cómo pinta el negocio hoy.

Cosas de los últimos días del año pasado: por más que hicimos para verlo en su cumple, no vimos al Engendro. Su regalo de cumpleaños sigue en casa. Tiramos hueva como degenerados. No lavamos ni una cobija (y eso que no las íbamos a lavar nosotros, las íbamos a llevar a una lavandería, ja), gastamos el aguinaldo con sabiduría (o sea que la mitad se nos fue en pendejadas) y no nos paramos en el cine. Cortesía de Bianca, nos chutamos Superman Returns y Piratas del Caribe II. Consejo: si no las han visto, no las vean. Superman es una mierda (qué más se puede esperar del pobre güey) y Piratas del Caribe una decepción muy chistosa, pero decepción al fin. Con todo y final a la Scooby Doo. Confieso con vergüenza infinita que Superman fue la última película que vimos en el 2006. Nos dio mucha pena no poder ver otra cosa.

Cosas de los primeros días del 2007: vimos a la D y compañía. Con ella vimos Pitch Black, que le gustó mucho al Pachuco. Y unos días antes vimos El descenso, que es la absoluta neta. Y días después Oldboy. Otra neta. La Hurona creciendo y aprendiendo muchas manías. Preciosa la cabrona. Y terriblemente berrinchuda.

Y así iniciamos el año.

¡Ah! Pintamos el techo del cuarto de los libros. Nos quedó del nabo, pero nos costó tanto trabajo que estamos muy orgullosos del resultado. Ahi se dan una vuelta pronto para que vean cómo nos quedó.

Y ahora, a jalar.

Pasen bonito día.

lunes, enero 01, 2007

¡Felicidades!

¡Hola, raza! Llegamos al primer día de otro año. ¿Pero saben qué es lo chido? Este es nuestro primer Año Nuevo con la Hurona.

Acá en Victoria todo chido. La raza se ha portado bien raza. La Hurona ha jugado como degenerada con la primada, que la quiere un chorro. Los abuelos, las tías y mucha gente cntentos, contentos con la Nena. En fin, todo chidísimo.

Gente, ayer traté de llamarles a todos, pero no se pudo. El Flaco nunca contestó, con la D se nos atravesó la reunión familiar. Sólo al Engendro lo localizamos en condiciones óptimas. Raza, les hayamos hablado o no, feliz Año NUevo. Gracias por estr cerca de nosotros.

Mañana, en algún momento de la tarde, llegamos a Monterrey. Hasta que lleguemos, felicidades, y esperamos verlos en la primera oportunidad.

Besos, besos y más besos en este primer día del año.

Bayi