viernes, febrero 13, 2009

Diálogo entre Aulë e Ilúvatar

...Y Aulë hizo a los enanos como son todavía, porque no tenía clara en la mente la forma de los Hijos que estaban por venir (...) Ahora bien, Ilúvatar sabía lo que se estaba haciendo, y a la hora misma en que Aulë completó su obra (...) Ilúvatar le habló:*

-Ejem... ¿qué haces, güey?
-¡Uta! ¡Apá! Digo... ¡Ilúvatar! ¡Dichosos los ojos que te ven! ¿De qué la rolas?
-¿Cómo que de qué la rolo, güey? No te puedo dejar solo porque empiezas a hacer fregaderas. A ver, ¿qué son esos cachos de carnitas? ¿Los hiciste para comer, para practicar tiro al blanco o para pintarlos y ponerlos en el jardín?
-¡Éjele! ¡No sea mandado! Si son mis criaturitas. No me quedaron muy chidas que digamos, pero son mías, ¿qué no?
-¿Y a qué hora te di permiso de hacer muñequitos de vudú? Mira, güey, tú ya sabías que en primer lugar, mis chamacos iban a habitar este trinche rancho. ¿Qué te crees con tus iniciativas de poblar el mundo?
-No se enoje, Apá. Es que, pos yo soy hijo de mi Apá, ¿qué no? Y pos a mi Apá le da por hacer chucherías, y a mí también. Yo no tengo la culpa de que a mí no me queden chidotas, como a usté. Pero güeno, ya no me la haga de tos. Chíngueselos si quiere. O mejor, me los chingo yo, al cabo que puedo hacer más...
-¡Pérate, pérate, güey! ¿Qué no ves que los bichos estos ya se te escondieron? ¿Pos qué creías, güey? ¿Que los puedes parir y luego regresar? ¡Nel! ¡Ora te aguantas!
-¡Gracias, Apá! Es usté a toda madre. Déjeme le digo a mis chiquillos que le besen la mano, al cabo que usté es su agüelo, ¿qué no?
-¡Ah, no! A tus bichos me los pones a dormir en este trinche momento y me los despiertas cuando este changarro se haya abierto y mis muchachitos ya hayan abierto sus cárteles y hecho sus movidas. ¡Y ni creas que te voy a enderezar a tus criaturitas! ¡Así se quedan! ¡Chaparros, feos y de lejecitos!
-¡Uh, que la canción! ¿Y yo qué, chiflando en la loma? ¡Quiero a mis gatos, ocupo ayudantes!
-Nel. Se aguanta. Se me va a jalar tranquilito, y no se me alebreste, que me lo ajusticio.
-Ta güeno, Apá. Usté no aguanta nada...

*Tomado de El Silmarillion.

No hay comentarios.: