sábado, septiembre 05, 2009

La adrenalina o de cómo el significado de una palabra cambia con el contexto en que es pronunciada

Sábado, 8:00 horas. El Hurón, fiel a las costumbres genéticamente incorporadas a su especie, desearía seguir dormidote unas tres o cuatro horas más. Pero la Huroncita, que se durmió muy temprano la noche anterior, está pegando de brincos por un lado y gritando "¡Ya es de día, mamá, levántate!"

La tele mañanera es tan deplorable como la vespertina y nocturna: todo lo que pasan es mental y moralmente dañino e insultante. Cuando el Hurón y su animosa cría la prenden, lo mejor que encuentran es un episodio de una nueva serie del Hombre araña. Está tan aburrida que la Hurona prefiere sacar sus figuras de foami para jugar con ellas.

Luego del Patraña, sigue una de las súper aventuras de Max Steel. Aburrida. Pero como cada una de nosotras ya agarró su rollo, el agencete está pegando de brincos y dando madrazos sin que nadie lo pele. Se acaba la primera aventura y sigue otra. Los actores que les doblaron la voz a los monitos no son los mismos de la película anterior: estos se oyen muy ampulosos, como el Hombre araña en la serie donde salía con sus increíbles amigos Estrella de fuego y el Hombre de hielo. Entre que el Hurón se zampa un huevito con chorizo, la Hurona juega con su Play doh, el Hurón lee una nota del Villoro y la Hurona, que ya se desayunó unas galletitas, busca infructuosamente un refresco de manzana que se bebió anoche, el muñequito de la tele descubre que sus "nanocargadores" (diríase, sus baterías), están fallando, y que pueden ser suplidos por una buena tanda de adrenalina: o sea, necesita ponerse a correr como atleta pendejo y asustarse como nerd en casita de los horrores para producir suficiente adrenalina y así salvar al mundo. Cuando descubre eso, su patiño, que es un nerdototote, exclama: "¡Entonces la adrenalina es poder, el valor es poder! ¡Wow, órale, la adrenalina la rifa!"

Como Max Steel es un monito que constantemente se adapta a las susceptibilidades del mercado, es más que posible que en estos momentos no sea la adrenalina lo que la rife para él, sino la bilirrubina o la hidrocortisona (ambas sustancias, al igual que la adrenalina, son producidas en cantidades debidamente saludables por el cuerpo humano). Cuando yo era niña, y por lo tanto era obscena y ridículamente asmática, una dosis de .10 a .30 mililitros de adrenalina eran la diferencia entre una pinche noche de porquería con un pinchísimo ataque de asma, o una noche moderadamente tranquila, con los bronquios y la respiración despejados.

En mi mundo de vida, en mi experiencia personal, la adrenalina servía para cortar ataques de asma. En el mundo de cartón de este monito pixeleado, la adrenalina es el vehículo para salvar el mundo.

Definitivamente, el significado de las palabras depende del contexto en que son citadas. Con este caso en particular debería estar tirada de la risa, pero por alguna razón no me hace pizca de gracia. Estoy hastiada de que las palabras no signifiquen lo que significan: hay adultos mayores, elementos del ejército, personas con capacidades diferentes, sociedades del conocimiento, para decir con un rodeo ridículo cosas que pueden expresarse de manera directa y efectiva: es el mismo mecanismo de las kenningar, y me cae que por eso las kenningar se fueron a la chingada. Cuando podamos decir sin rodeos y sin desdoro que hay ancianos, soldados, inválidos, élites intelectuales, etcétera, los chicos podrán comprender qué es la adrenalina: una sustancia segregada por el cuerpo como defensa ante situaciones de peligro extremo o de estrés excesivo: no sirve para salvar al mundo, su producción excesiva suele venir acompañada de una profunda sensación de desgaste, y una dosis alta produce un infarto contundente.

De hecho, lo que más nítidamente recuerda el Hurón de las dosis de adrenalina que en su lejana infancia le aplicaban los doctores, es que dormía como Hurón, porque quedaba bien madreada.

He dicho.

2 comentarios:

Nicolás Díaz dijo...

Que la adrenalina salva al mundo y la bilirrubina te pone a bailar bachata.

Jorge Saucedo dijo...

A mí me gusta tanto ese anuncio del metro: "Palanca de emergencia. Todo abuso será castigado."

O el del secador de manos en un baño: "En caso de avería no intente reparar este aparato. Abrirlo o intentar repararlo produciría fallas detectables que anularían la garantía".

Elegantes y precisos. Increíble que alguien se tome la molestia.