Hay un momento perfecto, que sucede todos los días de manera inadvertida, inesperada, en que el viento sopla y hace que las briznas de tu horroroso jardín bailen y parezcan las más verdes y lozanas, en que el jamón sabe mejor que nunca antes en tu vida, en que tu gata acude a arremolinarse entre tus piernas en el instante exacto en que necesitas sentir un poco de calor, en que tu hija te sonríe justo cuando estás pensando que sería lindo verla contenta, en que la llave suena en la cerradura y llega ese a quien estás esperando, y en el que todo fluye con tanta cadencia, que no se nota que tu vida es perfecta.
Ese momento sucede una vez, todos los días, y no nos damos cuenta. Yo acabo de ver pasar ese momento :)
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2 comentarios:
¡Mi chimpa!
Te amo :)
Me pareció tan bonito eso de lo que hablas, el modo de contar la belleza de los momentos esquivos, gracias
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