martes, julio 19, 2011

Supongo que es la edad...

Nunca he sido la alegría de la huerta, pero me parece que incluso las cosas de las que antes me burlaba con ganas, o que me valían queso, o que de plano me causaban conmiseración, ahora me resultan amargas a secas. No me hacen gracia. Así de simple.

Y no me gusta: una de las pocas felicidades del amarguetas es poder burlarse de las cosas que chafean. Me fastidia no tener ánimo de reírme.

1 comentario:

Nicolás Díaz dijo...

Nah, tirar a lion está rebien.