lunes, diciembre 03, 2012

Gotham reciclada

Cuando empecé a ver Arrow, hace unas semanas, tenía curiosidad por ver qué hacían de Flecha verde: si sería el mismo vato simpaticón y mujeriego del cómic, con ínfulas de Batman en una ciudad que le tira a ser Gotham, pero algo subdesarrollada. Como si habláramos, por ejemplo, de un paralelismo entre San Nicolás y San Pedro. Luego del tercer episodio me quedó muy claro que Arrow es el relevo de Smallville, y cuando empezaron a recetarle a Oliver Queen una historia de pérdida-sufrimiento-venganza estilo Bruce Wayne me pareció muy triste que, para que el personaje tenga algún atractivo sólido, tengan que aderezarlo con elementos de Batman.

Pero las similitudes eran, cuando mucho, superficiales. Acabo de ver el episodio siete de la serie por puro morbo, porque Huntress, uno de los personajes más conflictivos de Batman, entraría en escena. Y ahora las similitudes son muy descaradas. Starling City es, ahora sí, una Gotham francamente reciclada, con una guerra de mafias conformada por las familias que tradicionalmente le dan la lata a Batman: los Bertinelli y la Tríada asiática, para empezar. Al rato serán los Falcone y Cobblepot, con sus negocios turbios disfrazados. Por lo pronto, el chico Queen ya tiene su Alfred: un exmarine contratado para cuidarle el pellejo, muy parecido al Alfred de Batman: Tierra uno. Ya anda por allí Canario negro (que también se da sus vueltas frecuentes por Gotham), aunque todavía no lanza sus características patadas ni da esos gritotes que son la delicia de mi hija de seis años. Al igual que Smallville, Arrow tendrá su desfile de héroes y personajes DC, con la salvedad de que, seguramente, no serán los metahumanos los que se den la vuelta por la ciudad, sino los vigilantes, los outsiders que generalmente andan buscando la aprobación de Batman sin conseguirla. Pero Green Arrow no es Batman, por mucho que quieran endurecerlo. Ni es el chico infinitamente optimista que es Clark Kent en los cómics. Es algo intermedio: simpático, aguerrido, desafiante, contreras, anarquista en el sentido más puro del término. Aquí es nada más un vigilante conflictuado por una cruzada encargada por el padre muerto. No es ni Batman ni Green Arrow. En resumidas cuentas, no me gusta.

Y bueno, no es como si se fuera a acabar el mundo por ello: soy fan de Batman, no de Green Arrow. Pero la serie podría ser linda. Una serie así siempre podría serlo. Como no traigan de verdad a Batman para darle un par de cachetadas guajoloteras a Green Arrow, darle en la madre a la Tríada, o poner un sensor de Brother Eye para checar las actividades del chico Queen en Star City, esta serie no tiene ni remedio ni perdón de Dios. Creo que, ahora sí, he terminado con Arrow

No hay comentarios.: