Este lunes 23 de abril es el Día Internacional del Libro. Por este motivo, la Ponchina tendrá un evento alusivo, en el cual se llevará a cabo la presentación de un libro ante alumnos de prepa y se les obsequiará un libro.
Aún cuando al parecer no faltan libros que regalar, los invito a que, si tienen algún libro sobrante, no sepan qué hacer con él, y además no sea de texto y se encuentre en buen estado, háganmelo llegar. O sea, si tienen vuelta p'a Los Ébanos, cáiganse con él. O si saben que voy a andar cerca de sus cantones hoy o mañana, echen el grito y voy por su donativo.
Me gustaría asegurarles con con algo tan sencillo como regalar un libro realmente ayudamos a formar una juventud más sana, más libre y más feliz. Ya sabemos que no es cierto, porque, en primer lugar, leer no te hace feliz, sólo conciente, y porque hay muchos más factores en juego en la formación de un chico, su familia, en primer lugar, que no siempre ayuda. Al regalar un libro, como mucho, ayudamos a que algún chico perdido por ahí sepa que no es el único freak que ha pensado en alguna chaladez, o a que se sienta identificado con algún personaje o situación, o a que se inicie como ser pensante. Asistir al despertar intelectual de un joven es una maravilla. Es decir, asistir al milagro de que un chico descubra que es capaz de pensar por sí mismo y que no tiene por qué sentirse culpable de ello.
Dedico este próximo Día del Libro a mis ex alumnos. No todos se volvieron lectores, pero los que lo son, están contentos de serlo y no se arrepienten. Un beso a todos.
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1 comentario:
Nel. Niños, no lean, no sirve para nada, váyanse a jugar con el XBox y sean felices.
(prohíbeles algo y ahí van los muy cabrones)
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