Se murió John Hurt.
La primera víctima de Alien, el hombre elefante, el héroe perdido que luchó la causa perdida contra el Gran Hermano, el cuentacuentos, Avellano el grande, el profesor Broom, el Gran Hermano según Alan Moore, el señor Ollivander, el doctor Who.
No sé cuántos actores han tenido un currículum tan enorme, extraño, maravilloso y bello como el de este señor. Papeles raros, de actor raro, de hombre que sabía que no era guapo, pero sí talentoso. Quien repase su trabajo se dará cuenta que fue de todo: héroe, villano, monstruo, salvador, víctima, mago, científico, caudillo, mecenas, espía, narrador. El inadaptado por excelencia. Hasta Jesús fue. Nomás le faltó ser el diablo, pero al menos fue padre de uno.
Encarnó muchos de mis sueños y de mis pesadillas. Y no recuerdo una sola vez que lo haya visto y no me haya parecido sencillamente chingón.
Y me siento horrorosamente triste. Que lleguemos a una parodia de 1984 y que se muera Winston Smith...
Que duermas bien, Juanito. Ya te extraño.
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