Este Hurón tiene un jale nuevo. De hecho, tiene dos jales nuevos. Este Hurón está un poco nervioso, pero está bien, y contra todo lo esperado y pronosticado, no sólo le irá bien, sino que aprenderá muchas cosas.
Este Hurón está feliz :)
domingo, septiembre 27, 2009
¡Weirdoo!
sábado, septiembre 05, 2009
La adrenalina o de cómo el significado de una palabra cambia con el contexto en que es pronunciada
Sábado, 8:00 horas. El Hurón, fiel a las costumbres genéticamente incorporadas a su especie, desearía seguir dormidote unas tres o cuatro horas más. Pero la Huroncita, que se durmió muy temprano la noche anterior, está pegando de brincos por un lado y gritando "¡Ya es de día, mamá, levántate!"
La tele mañanera es tan deplorable como la vespertina y nocturna: todo lo que pasan es mental y moralmente dañino e insultante. Cuando el Hurón y su animosa cría la prenden, lo mejor que encuentran es un episodio de una nueva serie del Hombre araña. Está tan aburrida que la Hurona prefiere sacar sus figuras de foami para jugar con ellas.
Luego del Patraña, sigue una de las súper aventuras de Max Steel. Aburrida. Pero como cada una de nosotras ya agarró su rollo, el agencete está pegando de brincos y dando madrazos sin que nadie lo pele. Se acaba la primera aventura y sigue otra. Los actores que les doblaron la voz a los monitos no son los mismos de la película anterior: estos se oyen muy ampulosos, como el Hombre araña en la serie donde salía con sus increíbles amigos Estrella de fuego y el Hombre de hielo. Entre que el Hurón se zampa un huevito con chorizo, la Hurona juega con su Play doh, el Hurón lee una nota del Villoro y la Hurona, que ya se desayunó unas galletitas, busca infructuosamente un refresco de manzana que se bebió anoche, el muñequito de la tele descubre que sus "nanocargadores" (diríase, sus baterías), están fallando, y que pueden ser suplidos por una buena tanda de adrenalina: o sea, necesita ponerse a correr como atleta pendejo y asustarse como nerd en casita de los horrores para producir suficiente adrenalina y así salvar al mundo. Cuando descubre eso, su patiño, que es un nerdototote, exclama: "¡Entonces la adrenalina es poder, el valor es poder! ¡Wow, órale, la adrenalina la rifa!"
Como Max Steel es un monito que constantemente se adapta a las susceptibilidades del mercado, es más que posible que en estos momentos no sea la adrenalina lo que la rife para él, sino la bilirrubina o la hidrocortisona (ambas sustancias, al igual que la adrenalina, son producidas en cantidades debidamente saludables por el cuerpo humano). Cuando yo era niña, y por lo tanto era obscena y ridículamente asmática, una dosis de .10 a .30 mililitros de adrenalina eran la diferencia entre una pinche noche de porquería con un pinchísimo ataque de asma, o una noche moderadamente tranquila, con los bronquios y la respiración despejados.
En mi mundo de vida, en mi experiencia personal, la adrenalina servía para cortar ataques de asma. En el mundo de cartón de este monito pixeleado, la adrenalina es el vehículo para salvar el mundo.
Definitivamente, el significado de las palabras depende del contexto en que son citadas. Con este caso en particular debería estar tirada de la risa, pero por alguna razón no me hace pizca de gracia. Estoy hastiada de que las palabras no signifiquen lo que significan: hay adultos mayores, elementos del ejército, personas con capacidades diferentes, sociedades del conocimiento, para decir con un rodeo ridículo cosas que pueden expresarse de manera directa y efectiva: es el mismo mecanismo de las kenningar, y me cae que por eso las kenningar se fueron a la chingada. Cuando podamos decir sin rodeos y sin desdoro que hay ancianos, soldados, inválidos, élites intelectuales, etcétera, los chicos podrán comprender qué es la adrenalina: una sustancia segregada por el cuerpo como defensa ante situaciones de peligro extremo o de estrés excesivo: no sirve para salvar al mundo, su producción excesiva suele venir acompañada de una profunda sensación de desgaste, y una dosis alta produce un infarto contundente.
De hecho, lo que más nítidamente recuerda el Hurón de las dosis de adrenalina que en su lejana infancia le aplicaban los doctores, es que dormía como Hurón, porque quedaba bien madreada.
He dicho.
La tele mañanera es tan deplorable como la vespertina y nocturna: todo lo que pasan es mental y moralmente dañino e insultante. Cuando el Hurón y su animosa cría la prenden, lo mejor que encuentran es un episodio de una nueva serie del Hombre araña. Está tan aburrida que la Hurona prefiere sacar sus figuras de foami para jugar con ellas.
Luego del Patraña, sigue una de las súper aventuras de Max Steel. Aburrida. Pero como cada una de nosotras ya agarró su rollo, el agencete está pegando de brincos y dando madrazos sin que nadie lo pele. Se acaba la primera aventura y sigue otra. Los actores que les doblaron la voz a los monitos no son los mismos de la película anterior: estos se oyen muy ampulosos, como el Hombre araña en la serie donde salía con sus increíbles amigos Estrella de fuego y el Hombre de hielo. Entre que el Hurón se zampa un huevito con chorizo, la Hurona juega con su Play doh, el Hurón lee una nota del Villoro y la Hurona, que ya se desayunó unas galletitas, busca infructuosamente un refresco de manzana que se bebió anoche, el muñequito de la tele descubre que sus "nanocargadores" (diríase, sus baterías), están fallando, y que pueden ser suplidos por una buena tanda de adrenalina: o sea, necesita ponerse a correr como atleta pendejo y asustarse como nerd en casita de los horrores para producir suficiente adrenalina y así salvar al mundo. Cuando descubre eso, su patiño, que es un nerdototote, exclama: "¡Entonces la adrenalina es poder, el valor es poder! ¡Wow, órale, la adrenalina la rifa!"
Como Max Steel es un monito que constantemente se adapta a las susceptibilidades del mercado, es más que posible que en estos momentos no sea la adrenalina lo que la rife para él, sino la bilirrubina o la hidrocortisona (ambas sustancias, al igual que la adrenalina, son producidas en cantidades debidamente saludables por el cuerpo humano). Cuando yo era niña, y por lo tanto era obscena y ridículamente asmática, una dosis de .10 a .30 mililitros de adrenalina eran la diferencia entre una pinche noche de porquería con un pinchísimo ataque de asma, o una noche moderadamente tranquila, con los bronquios y la respiración despejados.
En mi mundo de vida, en mi experiencia personal, la adrenalina servía para cortar ataques de asma. En el mundo de cartón de este monito pixeleado, la adrenalina es el vehículo para salvar el mundo.
Definitivamente, el significado de las palabras depende del contexto en que son citadas. Con este caso en particular debería estar tirada de la risa, pero por alguna razón no me hace pizca de gracia. Estoy hastiada de que las palabras no signifiquen lo que significan: hay adultos mayores, elementos del ejército, personas con capacidades diferentes, sociedades del conocimiento, para decir con un rodeo ridículo cosas que pueden expresarse de manera directa y efectiva: es el mismo mecanismo de las kenningar, y me cae que por eso las kenningar se fueron a la chingada. Cuando podamos decir sin rodeos y sin desdoro que hay ancianos, soldados, inválidos, élites intelectuales, etcétera, los chicos podrán comprender qué es la adrenalina: una sustancia segregada por el cuerpo como defensa ante situaciones de peligro extremo o de estrés excesivo: no sirve para salvar al mundo, su producción excesiva suele venir acompañada de una profunda sensación de desgaste, y una dosis alta produce un infarto contundente.
De hecho, lo que más nítidamente recuerda el Hurón de las dosis de adrenalina que en su lejana infancia le aplicaban los doctores, es que dormía como Hurón, porque quedaba bien madreada.
He dicho.
jueves, septiembre 03, 2009
Bridge over troubled water
En general, todo American IV de Jhonny Cash le llega rete harto a este Hurón. Hace días que traigo ganas de poner esta rola, y apenas hoy tuve tiempo. Me hace pensar en Shyamalan y su Signals: nada es casual, hasta el más trivial suceso está planeado minuciosamente de antemano, y hay alguien cuidando de ti. Ahora creo a pie juntillas en ello. Que tengan bonito día :D
When youre weary, feeling small,
When tears are in your eyes, I will dry them all;
Im on your side. when times get rough
And friends just cant be found,
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
When youre down and out,
When youre on the street,
When evening falls so hard
I will comfort you.
Ill take your part.
When darkness comes
And pains is all around,
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Sail on silvergirl,
Sail on by.
Your time has come to shine.
All your dreams are on their way.
See how they shine.
If you need a friend
Im sailing right behind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
http://www.youtube.com/watch?v=7maJu5X7_Tk
When youre weary, feeling small,
When tears are in your eyes, I will dry them all;
Im on your side. when times get rough
And friends just cant be found,
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
When youre down and out,
When youre on the street,
When evening falls so hard
I will comfort you.
Ill take your part.
When darkness comes
And pains is all around,
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Like a bridge over troubled water
I will lay me down.
Sail on silvergirl,
Sail on by.
Your time has come to shine.
All your dreams are on their way.
See how they shine.
If you need a friend
Im sailing right behind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
Like a bridge over troubled water
I will ease your mind.
http://www.youtube.com/watch?v=7maJu5X7_Tk
martes, julio 28, 2009
Pobres de las personas que están solas en un mundo sin belleza

Olvídense de los vampiros aristócratas, de los chupasangres adolescentes y de los vampiros vigilantes callejeros. Por encima de todo, olvídense de bodrios como Van Helsing, 30 días de noche y así.
Dado que somos primera parada de la producción de Hollywood, nos llegan precisamente imágenes de vampiros sofisticados, elegantes, delicados: es la imagen occidental del vampiro, que nos llegó de la mano de Sheridan Le Fanu y Bram Stoker. Según la tradición de Europa Oriental, un poco distinta de la que conocemos, los vampiros son salvajes, animalescos, feos, agresivos. Más parecidos a Nosferatu, más parecidos a zombies.
Déjame entrar es la última película de vampiros que este Hurón, su seguro servidor, se ha recetado en el cine de su localidad. Realizada en Suecia, cuenta la historia de Oskar, un niño de doce años -acosado por los abusones de su escuela y medio ignorado por sus padres divorciados- y de Eli, su nueva vecina: también tiene doce años, no siente frío, sólo sale de noche, huele raro, le gustan los rompecabezas y no parece sentir miedo de nada. Y ya no les cuento nada, porque no les quiero arruinar la diversión.
Déjame entrar está basada en la novela de John Ajvide Lindqvist.
No sé la novela, pero la película es absolutamente terrorífica y absolutamente hermosa.
Pueden ver el trailer aquí:
http://www.aullidos.com/videos.asp?id_pelicula=2966&VideoID=0
Y pueden leer un adelanto de la novela en la siguiente dirección:
http://www.dejameentrar.com/
Ojalá puedan verla en el cine.

jueves, junio 25, 2009
miércoles, junio 24, 2009
Promesas de campaña
La mañana inició ajetreada. Pasaron veinte minutos a partir de que la tele se encendió y el despertador sonó para que pudiéramos levantarnos y empezar el día. Entre las muchas banalidades cruciales que hago en las primeras horas de la mañana (bañarme a la carrera, bañar a la nena más dormida que despierta, vestirme rápido y buscando ropa que no necesita plancharse, bajar hecha madre con el Pachuco a preparar el lonche y el desayuno, prender la tele para escuchar de refilón el pronóstico del clima), escuché una entrevista en vivo que Telediario le hizo a Larrazábal. El tipo se veía relajado: iba en ropa deportiva, para correr, y de fondo se veían el tráfico y algunas personas rumbo a su trabajo, o que estaban caminando un poco antes de ir a trabajar. Y entonces el cuate suelta su promesa estrella de campaña: todos los candidatos panistas que resulten electos este 5 de julio (entre los cuales se supone él mismo, claro está) designarán a jefes militares para que se hagan cargo de la secretaría de seguridad de sus respectivos estados y municipios.
La historia no cesa de probar una y otra vez que la combinación derecha-milicia es mala, nefanda, funesta, etcétera. Y sin embargo, este idiota de porquería suelta esta monserga en televisión, con su carita tranquila y su ropa deportiva nice, y la gente dice "ah, sí, que el ejército se haga cargo". ¿Cómo es que nadie respinga? ¿Cómo es que nadie le dice a estos pendejos que los militares, en tiempo de paz, deben estar marchando en sus cuartelitos y no sueltos en las calles haciendo redadas? Nadie se acuerda de esto: que Hitler parecía buena persona y buen patriota, que Mussolini era buen critiano, que Pinochet era conservador, que Porfirio Díaz era de la vieja guardia, y que Larrazabal y su raza son de esa vieja guardia. Me asusta la naturalidad con que la gente acepta las cosas, pensando que aquí no pasará, que aquí la derecha es tranquila y el ejército está al servicio del pueblo.
Pero no es así. La derecha es la derecha y el ejército está al servicio del mandamás en turno. ¿Y entonces? ¿Qué onda con México?
La historia no cesa de probar una y otra vez que la combinación derecha-milicia es mala, nefanda, funesta, etcétera. Y sin embargo, este idiota de porquería suelta esta monserga en televisión, con su carita tranquila y su ropa deportiva nice, y la gente dice "ah, sí, que el ejército se haga cargo". ¿Cómo es que nadie respinga? ¿Cómo es que nadie le dice a estos pendejos que los militares, en tiempo de paz, deben estar marchando en sus cuartelitos y no sueltos en las calles haciendo redadas? Nadie se acuerda de esto: que Hitler parecía buena persona y buen patriota, que Mussolini era buen critiano, que Pinochet era conservador, que Porfirio Díaz era de la vieja guardia, y que Larrazabal y su raza son de esa vieja guardia. Me asusta la naturalidad con que la gente acepta las cosas, pensando que aquí no pasará, que aquí la derecha es tranquila y el ejército está al servicio del pueblo.
Pero no es así. La derecha es la derecha y el ejército está al servicio del mandamás en turno. ¿Y entonces? ¿Qué onda con México?
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