El bello monstruo

El maestro dixit. He aquí al bello monstruo en sus propias palabras. Les pongo el artículo por aquello de que lo vuelvan a quitar y el Sr. Pachuco no pueda encontrarlo de nuevo.

Pasen bonito día.

“Soy un bello monstruo”: Ron Perlman

Por Gabriel Contreras / FOTO: Nelly Salas/CUARTOSCURO. / MARZO 06, 2007

EN BUSCA DEL FUEGO, EL NOMBRE DE LA ROSA, CRONOS, ALIEN: LA RESURRECCIÓN y HELLBOY forman parte de la filmografía del actor norteamericano Ron Perlman. Por alguna razón tal vez misteriosa, el destino ha querido que todos los proyectos fílmicos en los que se ha visto involucrado Perlman estén asociados a los terrenos de la fantasía y la ciencia ficción. Bueno, ha de ser por eso también que este fin de semana la XXX edición de la convención del cómic realizada en Cintermex lo incluyó entre sus atractivos, ofreciendo a los asistentes una conferencia impartida por el actor, la posibilidad de tomarse una fotografía a su lado y el privilegio de su autógrafo, todo como una especie de paquete especial alusivo a la película HELLBOY, del artista jaliciense Guillermo del Toro.

Muy al estilo de Hollywood, Ron Perlman aparece de pronto entre la gente, brotado de la nada camina de prisa y no mira a los lados; habla con su equipo sin ver a quienes están esperándolo; lleva al lado a su agente, a su representante y a un hombre encargado de la seguridad. En realidad, Perlman se ve mucho más alto en las películas, aquí, tan cerca, nos estamos dando cuenta de que apenas mide 1.90. El actor viste una camisa de algodón azul y una chaqueta de cuero negra. Sus ojos pequeños parecieran perderse en medio de un rostro inmenso y tosco, del que brota sorpresivamente una sonrisa un tanto infantil. Sus cejas rubias lo dotan de un aspecto extraño. En los fotogramas, por la forma de su mandíbula y las dimensiones de sus bíceps, Perlman nos hace pensar en un hombre rudo, incluso sanguinario, pero sucede que ni siquiera tiene mal carácter. Al contrario, no tardará en mostrarse como un artista dueño de gran amabilidad y vocación amistosa.

Ron Perlman nos concede esta entrevista para LOS TUBOS:

–¿Cómo recuerdas tu experiencia como lector infantil, cómo fue tu afición a los libros de cómics?La respuesta de Perlman es rápida y fulminante: “No leí cómics, y no leo ninguno, sencillamente ninguno”.

–¿Entonces cómo fue que estableciste contacto con el personaje protagonista de HELLBOY?

–Mi primera experiencia en relación con HELLBOY procede de una conversación con el director Guillermo del Toro. Tendríamos que regresar al 95 o 96. Efectivamente, Guillermo del Toro es un auténtico freak de los libros de cómic. Él me habló de una historia que le fascinaba y me dijo que me invitaría a trabajar si algún día le era posible transportarla al cine. Esa misma noche, después de cenar, nos metimos a una tienda de cómics y me dijo algo así como: “Hellboy = Ron, Ron = Hellboy”. Siete años después, estábamos en el set filmando juntos esa historia.

–¿Cómo describirías tu experiencia artística bajo la dirección de Guillermo del Toro en CRONOS?

-Aquella fue una experiencia verdaderamente sublime, algo inspirador, algo que… ¿cómo te diría? Algo que hizo volar mi mente. Yo puedo decir ahora mismo que Guillermo del Toro es realmente un artista sofisticado, es el Picasso de la dirección cinematográfica. Del Toro es maravilloso, es asombroso. Es un genio, eso todos lo saben hoy porque han visto EL LABERINTO DEL FAUNO, pero yo lo sabía desde que dirigió CRONOS. Para mí, CRONOS fue una experiencia deslumbrante y reveladora.

–¿Qué soñabas cuando te ibas a dormir en los días del rodaje de EL NOMBRE DE LA ROSA?

-Jean Jacques Annaud me dio mi primera parte en una película al incluirme en el reparto de EN BUSCA DEL FUEGO. Al terminar con esa experiencia, él mismo me pidió que leyera EL NOMBRE DE LA ROSA. Leí el libro y le pedí: “por favor, concédeme el personaje del jorobado, porque siento que necesita de una investigación y un proceso tan fuerte como la que me exigió el hombre de las cavernas de EN BUSCA DEL FUEGO. Por suerte, Annaud me dijo que sí y pude trabajar sobre ese personaje, con la ventaja de que no tenía un referente real, ya que ese jorobado nunca había existido.

–Tú no eres un hombre bien parecido. Eres… en realidad eres un hombre feo. ¿Sientes que la fealdad ha resultado algo bueno para ti como actor?

–La verdad es que siempre me he observado a mí mismo como una especie de bello monstruo… y también es verdad que he personificado en la pantalla a seres imaginarios que son de alguna manera monstruosos… A fin de cuentas, he transformado mi visión en algo que me ayuda muchísimo a comprender a los personajes que interpreto. Sí, ser feo ha sido algo bueno para mí.