Mi experiencia personal me dice que la gente, si puede, te hará daño; si la dejas, te pisoteará; y que en general, si no deseas que te lastime, debes alejarla de tu vida y no esperar nada de ella. A veces se me olvida, porque las personas, de cuando en cuando, se portan decentemente. Pero ese comportamiento siempre es momentáneo. Cuando leí este poema de Auden, me pareció que, en cierta forma, le daba voz a mis pensamientos.
No habrá paz
Aunque el tiempo suave y despejado
sonríe de nuevo sobre el condado de tu estima
y sus colores regresan, la tormenta te ha cambiado:
no olvidarás, nunca,
la oscuridad que borra la esperanza, la tempestad
que profetiza tu perdición.
Debes vivir con tu conocimiento.
Muy atrás, más allá, fuera de ti hay otros,
en ausencias sin luna de los que nunca supiste,
quienes desde luego supieron de ti,
seres de género y número desconocidos:
y no les gustas.
¿Qué les has hecho?
¿Nada? Nada no es una respuesta:
llegarás a creer -¿cómo vas a evitarlo?-
que se lo hiciste, que les hiciste algo;
te encontrarás deseando poder hacerles reír,
ansiarás su amistad.
No habrá paz.
Contraataca, pues, con todo el valor que tengas
y todos los amagos canallas que conozcas,
con la tranquilidad de conciencia de que
su causa, si la tuvieron, no les importa ahora en absoluto;
odian simplemente por odiar.
1956
Versión de Eduardo Iriarte
"Canción de cuna y otros poemas"
Tomado de http://amediavoz.com/auden.htm#NO%20HABR%C3%81%20PAZ
lunes, mayo 16, 2011
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