Para que vean que uno la caga en lo que se sabe al dedillo.
Mi bisabuela, tema del anterior post, se llamó Mathilde Hinojosa de González (y antes fue de alguien más, porque el de González le cayó de segundas nupcias. Sí, ahora que lo pienso es tradición en mi familia cambiar de apellido de cuando en cuando).
Perdón, señora mamá de mi papá, abuelo, o ya puestos, don Fortino. No se lo tome personal. Puesto que tenemos años sin llevarnos mal (de hecho, sin llevarnos de ninguna manera), no me gustaría que reinauguráramos nuestras relaciones ...¿filiales?... con más pesadillas o con usted jalándome las patas por la noche.
Pásenlo bien.
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3 comentarios:
¡Hola, Yasilla!
Qué cagante el mono que inició el posteo hoy.
Así suele suceder con la historia familiar... de hecho, hace un par de días andaba haciéndome trizas los sesos, intentando recordar si el apellido materno de mi amá era Cortés o Cortez, y ayer encontré mi acta de nacimiento, donde pude confirmar que es Cortés.
Gracias por tus palabras, Yas bonita. Ya sabes que siempre me ando sorprendiendo a mí misma con descubrimientos que son obvios para muchos, pero bueno, qué bien que uno puede llegar hasta ahí.
Cuídate mucho, cuida al Renatillo, y sobre todo, a la Irene preciosa.
¡Platicamos!
Y ese cuate que quiere? no ha de tener ni idea de lo que has estado escribiendo jejeje. Pobre güey...
Ese rollo de los apellidos siempre es un lío. Yo siempre me hago bolas cuando quiero saber acerca de mi abuelo materno y su apellido, y me salen con un montón de cosas...que mejor ahí la dejo.
Saludos, Yasita!!!
Esos posts, como el primero, son spam, se propagan automáticamente para vender basura.
Blogspot te da una opción para que ya no aparezcan (pidiendo a los que comentan teclear una serie de letras).
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