El año se acerca cada vez más a su final y algunos procesos actualmente activos en mi vida también: en tres semanas, máximo, tendré a mi segundo hijo, y mi maestría terminará dentro de dos. Claro que luego vienen dos años de histeria con la tesis , pero eso es otra cuestión.
Mi última materia, en línea, como el 90 por ciento del resto, está centrada en las instituciones culturales y educativas. Mi experiencia personal y laboral en el área, especialmente como docente, ya que nunca he sido funcionaria administrativa, me dice que las instituciones (educativas, culturales, políticas, etcétera, etcétera, etcétera) simplemente viven para simular que fungen un papel social importante y fundamental en lugar de SER un pilar social importante y fundamental. Ayer se me ocurrió decirlo en clase: cómo los planes institucionales de estos monstruos son meras cartas a Santa Clos plagadas de buenas intenciones, sin agenda a cumplir y sin derrotero claramente marcado. Quien me conoce sabe que soy una inválida social: que abro la boca para decir algo que a mí me parece coherente y sensato, y acabo ofendiendo de por vida a personas que considero inteligentes. Por supuesto, luego de mi comentario saltó el montón de pulgas institucionalizadas en su puestito de cultura desde hace diez, quince o veinte años: que si trabajamos mucho, muy duro y con poco presupuesto; que si hay que trabajar, incluso desde fuera de la institución; que si somos mártires de la cultura, etcétera, etcétera, etcétera.
Me acordé de aquella ocasión que, en octavo semestre de la carrera, se me ocurrió decirle a mi maestra que "El almohadón de plumas", de Horacio Quiroga, no obstante su fama y el agrado con que es leído por jóvenes generaciones, es un cuento bien hecho, un buen ejemplo de la producción de su autor, pero definitivamente imperfecto y no su mejor trabajo, ya que el párrafo final desploma la belleza y el misterio de la fábula. Mi maestra me miró indignada y me dijo que yo no tenía derecho a cuestionar a un maestro como Quiroga.
Si las aulas no sirven para cuestionar a los maestros, ¿entonces para qué sirven? ¿Para qué sirve la escuela? ¿Para qué sirve la institución? ¿Para qué sirve la cultura? Para NADA, eso es lo que me gritan mi maestra hace diez años y mis compañeros el día de ayer.
Ahora mismo escucho a mi maestro y muchos de mis compañeros echarse porras. Está muy bien: sí, se hace mucho con poco apoyo; sí, definitivamente hay mártires de la cultura en todas las instituciones; sí, la gestión es una labor fundamental de la cultura. Y por eso mismo es importante reconocer y solucionar ese mal endémico de las instituciones de decir que lo que hacen es muy bonito, pero sin dejar una huella tangible en la sociedad.
Me siento como si hubiera desperdiciado los últimos dos años de mi vida.
sábado, noviembre 06, 2010
martes, octubre 19, 2010
Libros y películas
Tengo dos semanas en casa, esperando llevar a buen término mi segundo embarazo. Durante estos días, mis compañeros constantes han sido mi hija y mi laptop. De la larga sesión de twitter del día de hoy saco el tema de esta entrada: las adaptaciones de libros al cine.
Por la gran cantidad de tweets que leí al respecto, veo que el tema es apasionante, y que la raza está más que dispuesta a clavarse en él. Yo me cuestiono qué es lo importante del tema: el libro, la película, la fidelidad de la adaptación... Siempre me ha parecido que es mal negocio la obligada comparación que el fan de un libro hará con la adaptación cinematográfica, porque sin importar qué tan fiel sea, siempre le parecerá "rabona" en relación a su libro favorito. Al menos a mí me ha parecido que es así con todas las películas que conozco basadas en Los tres mosqueteros: siempre son pobres, insuficientes, y mediocres. Y aunque en la mayor parte de las ocasiones estoy segura que puedo respaldar mi juicio con observaciones objetivas, la realidad es que ninguna película, jamás, estará a la altura de mi experiencia de lectora con esta novela. De ahí que sea un ejercicio a la par injusto y ocioso querer establecer un paralelismo entre el maravilloso libro X con la mediana película Y.
La gran riqueza de la interacción literatura-cine es la producción de criaturas independientes. Al menos así define Guillermo del Toro la adaptación de un libro al cine: así considera él a su Hellboy, así considero yo al Batman de Nolan, y posiblemente así consideraré al Drácula de Coppola cuando por fin pueda ver esa película completa. Así es El resplandor de Kubric (que, aunque se pasa monumentalmente por el arco del triunfo a Stephen King, es quizá la mejor adaptación que se haya hecho a una novela suya), así es La mitad siniestra de Romero (otra del King), así es (según dicen, porque no he leído el libro) Niños del hombre, de Cuarón; así es con Los hombres que no amaban a las mujeres, Déjame entrar, y estoy segura que es el mismo caso de Los ríos de color púrpura. Si la intención es adaptar con toda exactitud una obra literaria, ¿cuál es la riqueza del ejercicio? ¿Cuál es, por ejemplo, la gran ganancia de Watchmen, que recupera casi con total exactitud gran parte de la novela gráfica y deja fuera las minucias que hacen del cómic una obra tan rica y memorable? ¿Cuál es el objeto de aquella miniserie noventera de El resplandor, con Rebeca de Mornay, que es copia exacta del libro, y que es sencillamente un producto aburrido y, en lo personal, aborrecible?
Si de lo que se trata es de reproducir el libro, sería mejor ahorrar tiempo y dinero y darle la oportunidad a cada lector de experimentar la obra. Así cada quien tendrá su versión idílica de los mosqueteros, de Tierra Media, de Howarts, del Hotel Overlook, de los 300 espartanos, de Watchmen, de ciertos higiénicos vampiritos, etcétera, etcétera, etcétera.
Por la gran cantidad de tweets que leí al respecto, veo que el tema es apasionante, y que la raza está más que dispuesta a clavarse en él. Yo me cuestiono qué es lo importante del tema: el libro, la película, la fidelidad de la adaptación... Siempre me ha parecido que es mal negocio la obligada comparación que el fan de un libro hará con la adaptación cinematográfica, porque sin importar qué tan fiel sea, siempre le parecerá "rabona" en relación a su libro favorito. Al menos a mí me ha parecido que es así con todas las películas que conozco basadas en Los tres mosqueteros: siempre son pobres, insuficientes, y mediocres. Y aunque en la mayor parte de las ocasiones estoy segura que puedo respaldar mi juicio con observaciones objetivas, la realidad es que ninguna película, jamás, estará a la altura de mi experiencia de lectora con esta novela. De ahí que sea un ejercicio a la par injusto y ocioso querer establecer un paralelismo entre el maravilloso libro X con la mediana película Y.
La gran riqueza de la interacción literatura-cine es la producción de criaturas independientes. Al menos así define Guillermo del Toro la adaptación de un libro al cine: así considera él a su Hellboy, así considero yo al Batman de Nolan, y posiblemente así consideraré al Drácula de Coppola cuando por fin pueda ver esa película completa. Así es El resplandor de Kubric (que, aunque se pasa monumentalmente por el arco del triunfo a Stephen King, es quizá la mejor adaptación que se haya hecho a una novela suya), así es La mitad siniestra de Romero (otra del King), así es (según dicen, porque no he leído el libro) Niños del hombre, de Cuarón; así es con Los hombres que no amaban a las mujeres, Déjame entrar, y estoy segura que es el mismo caso de Los ríos de color púrpura. Si la intención es adaptar con toda exactitud una obra literaria, ¿cuál es la riqueza del ejercicio? ¿Cuál es, por ejemplo, la gran ganancia de Watchmen, que recupera casi con total exactitud gran parte de la novela gráfica y deja fuera las minucias que hacen del cómic una obra tan rica y memorable? ¿Cuál es el objeto de aquella miniserie noventera de El resplandor, con Rebeca de Mornay, que es copia exacta del libro, y que es sencillamente un producto aburrido y, en lo personal, aborrecible?
Si de lo que se trata es de reproducir el libro, sería mejor ahorrar tiempo y dinero y darle la oportunidad a cada lector de experimentar la obra. Así cada quien tendrá su versión idílica de los mosqueteros, de Tierra Media, de Howarts, del Hotel Overlook, de los 300 espartanos, de Watchmen, de ciertos higiénicos vampiritos, etcétera, etcétera, etcétera.
sábado, septiembre 04, 2010
Morfoazul
Irene se ha vuelto muy aficionada a la plastilina. Se clava horas y horas haciendo animales: tiburones, dinosaurios, árboles, conchas, tortugas, peces, escorpiones, bosques marinos. Los hace lentamente y con un nivel de cuidado que me sorprende.
Hace un rato subió a mostrarme su última creación: una diminuta mariposa de papel cubierta de plastilina. Dijo mientras me la mostraba: "Es una mariposa que nació de un huevo de mariposa, que come frutos de los árboles caídos. Es una mariposa morfoazul."
Luego me dio avión y bajó a la sala, para seguir jugando con su plastilina.
Cuando habla así, con tanta naturalidad y lucidez de sus juegos, siento que percibe el mundo de una manera mucho más real y desnuda que yo o que su papá. Me asusta, no que sea capaz de verlo y expresarse así, sino que lo diga con tanta cordura.
Hace un rato subió a mostrarme su última creación: una diminuta mariposa de papel cubierta de plastilina. Dijo mientras me la mostraba: "Es una mariposa que nació de un huevo de mariposa, que come frutos de los árboles caídos. Es una mariposa morfoazul."
Luego me dio avión y bajó a la sala, para seguir jugando con su plastilina.
Cuando habla así, con tanta naturalidad y lucidez de sus juegos, siento que percibe el mundo de una manera mucho más real y desnuda que yo o que su papá. Me asusta, no que sea capaz de verlo y expresarse así, sino que lo diga con tanta cordura.
jueves, agosto 26, 2010
¡Ah! ¿Qué no lo soñé?
Martes de madrugada.
La tele, que es mi despertador habitual, se enciende en las noticias. Yo estoy más dormida que despierta, la boca me sabe a metal y no puedo abrir los ojos. Están dando los titulares. Todo suena cotidiano: "Balacera en equis parte", "Bloqueo en tal avenida", "Detienen a captores y asesinos de alcalde de Santiago", "Granadazo contra no sé quién", "Jimena Navarrete nueva Miss Universo mexicana".
Ahí tengo un momento de lucidez y pienso: "Pero qué pinche sueño más absurdo".
Y me volví a dormir.
La tele, que es mi despertador habitual, se enciende en las noticias. Yo estoy más dormida que despierta, la boca me sabe a metal y no puedo abrir los ojos. Están dando los titulares. Todo suena cotidiano: "Balacera en equis parte", "Bloqueo en tal avenida", "Detienen a captores y asesinos de alcalde de Santiago", "Granadazo contra no sé quién", "Jimena Navarrete nueva Miss Universo mexicana".
Ahí tengo un momento de lucidez y pienso: "Pero qué pinche sueño más absurdo".
Y me volví a dormir.
martes, agosto 24, 2010
Un fino sentido de la ironía
Irene llora desconsolada, porque su amiguita de al lado va a cenar y no puede salir a jugar. De esta suerte, no hace más que llorar y exclamar entre hipidos:
-¡Estoy bien triste!¡Yo quería jugar con Brendita, estoy bien triste!
Responde la mamá doctamente:
-Mira, hijita, es que si dices que estás bien triste te pones más triste; mejor di que estás contenta y empezarás a sentirte mejor.
Y ella responde más doctamente todavía, pues se apoya en el método científico:
-¡No es cierto, mami! ¡Mira, digo "estoy contenta"; y no es cierto, estoy llorando! ¡Buuuuuu!
(Por cierto, me encanta mi nena: nadie le ve la cara de pendeja)
-¡Estoy bien triste!¡Yo quería jugar con Brendita, estoy bien triste!
Responde la mamá doctamente:
-Mira, hijita, es que si dices que estás bien triste te pones más triste; mejor di que estás contenta y empezarás a sentirte mejor.
Y ella responde más doctamente todavía, pues se apoya en el método científico:
-¡No es cierto, mami! ¡Mira, digo "estoy contenta"; y no es cierto, estoy llorando! ¡Buuuuuu!
(Por cierto, me encanta mi nena: nadie le ve la cara de pendeja)
viernes, agosto 13, 2010
¿De Hermione a Lisbeth? ¿Será tan camaleónica?
Mi querido y nunca bien ponderado Sr. Sagaz (que no es tal) pasó este rumor por Twitter el día de ayer. Emma Watson de Lisbeth Salander.
Tengo muchas objeciones al respecto. Resumo en tres:
1) Si pone cara de hacker bisexual emputada, me voy a tirar de la risa.
2) Daniel Craig (que es el nuena onda de la película y se la pasaría con ella en la cama en plan gentil) la va a deshacer: está muy fragilita.
3) Todo el tiempo voy a estar esperando a que saque la varita mágica.
¿Se necesitan más razones en contra?
Aquí una nota tontona sobre el asunto:
http://www.hola.com/noticias-de-actualidad/13-08-2010/76047/
sábado, agosto 07, 2010
Historia mínima, chiquitita, de México
Tengo en mis manos un ejemplar de Viaje por la historia de México, de Luis González y González, libro que por los festejos del Bicentenario será regalado masivamente a los hogares mexicanos. Se trata de un obra mínima, de 65 páginas, en las que cada emplane presenta un resumen (a manera de planilla de estampas de primaria) de un periodo de nuestra historia nacional; cada tema presenta los seis o siete eventos o personajes centrales de dicho periodo con una micro ficha que incluye foto y datos básicos.
NO SOY FEMINISTA, pero sólo se mencionan a tres mujeres: la Virgen de Guadalupe, Sor Juana Inés de la Cruz y Josefa Ortiz de Domínguez. Fui maestra de historia de México durante unos ocho años, y se que hay más mujeres involucradas en nuestros lances nacionales. También se que cada periodo de nuestra historia tiene más de seis o siete eventos o personajes clave.
Siempre me ha parecido que la brevedad es una virtud, que la historia "for dummies" tiene sus conveniencias (vamos, ¿a cuántas personas les interesa la historia?). Pero reducirla a esto, ¿es lo adecuado?
El libro está bonito: ilustraciones lindas aunque institucionales, bien escrito, todo muy sucinto e impecable. No cuestiono el conocimiento del autor sobre el tema por la sencilla razón de que nunca lo he estudiado. Sin embargo, ¿es esto lo que necesitamos para festejar el año de la Patria? ¿No necesitamos más bien cuestionar esta tan traída y llevada historia nacional? ¿En qué le ayuda a más de cien millones de mexicanos contar con este micro resumen de lides patrias ante un panorama cada vez más violento, cada vez más desesperanzador, en el que nuestras autoridades hacen de todo, menos su trabajo: administrar leyes y recursos con justicia y equidad?
viernes, agosto 06, 2010
But we're not even married!
miércoles, junio 02, 2010
Suecos
Este honorable Hurón leyó en el tiempo récord de dos semanas tres novelas en formato electrónico, que impresas tienen el nada despreciable volumen de 750 páginas en promedio cada una. No se brincó ni una palabrita. Vaya, ni una triste coma. Se trata de las novelas del fallecido novelista sueco Stieg Larsson: Los hombres que no amaban a las mujeres; La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, y La reina en el palacio de las corrientes de aire.
Por lo poco que he leído acerca del autor, pretendía echarse una serie de unas siete novelas. La muerte le ganó y alcanzó a escribir tres. Creo que sólo vio publicada la primera, de la cual existe una adaptación cinematográfica que, según el testimonio del Sr. Sagaz (que no es tal) está rete buena. Al terminar de leer la tercera, me he convencido de que el destino actuó para bien de la obra (que no del autor), pues le puso punto final a la serie en un momento en el que todo termina equilibrada y elegantemente, sin cabos sueltos serios, con una saludable dosis de final abierto, y con todos los personajes conservando intacta la dignidad.
Además, tres es un buen número: se presta a la abundancia, pero no a la saciedad.
¿Qué puedo decir de las novelas? Son realmente buenas: lectura interesante, nada pesada; personajes redonditos, imperfectos y la mayor de las veces cagantes y adorables. Los malos son sórdidos y bien cabrones, y los héroes son mañosos y tan cabrones como los villanos, capaces de matar sin mojigaterías de ser necesario. El mundo que pintan es sórdido y deslucido, como el real, pero tiene su par de causas perdidas por las que vale la pena dar la lata. En fin, me han gustado mucho.
Se las recomiendo, raza. Las pueden bajar de la red en pdf, en traducción original. Les juro que ni sentirán el paso del tiempo.
He dicho.
Por lo poco que he leído acerca del autor, pretendía echarse una serie de unas siete novelas. La muerte le ganó y alcanzó a escribir tres. Creo que sólo vio publicada la primera, de la cual existe una adaptación cinematográfica que, según el testimonio del Sr. Sagaz (que no es tal) está rete buena. Al terminar de leer la tercera, me he convencido de que el destino actuó para bien de la obra (que no del autor), pues le puso punto final a la serie en un momento en el que todo termina equilibrada y elegantemente, sin cabos sueltos serios, con una saludable dosis de final abierto, y con todos los personajes conservando intacta la dignidad.
Además, tres es un buen número: se presta a la abundancia, pero no a la saciedad.
¿Qué puedo decir de las novelas? Son realmente buenas: lectura interesante, nada pesada; personajes redonditos, imperfectos y la mayor de las veces cagantes y adorables. Los malos son sórdidos y bien cabrones, y los héroes son mañosos y tan cabrones como los villanos, capaces de matar sin mojigaterías de ser necesario. El mundo que pintan es sórdido y deslucido, como el real, pero tiene su par de causas perdidas por las que vale la pena dar la lata. En fin, me han gustado mucho.
Se las recomiendo, raza. Las pueden bajar de la red en pdf, en traducción original. Les juro que ni sentirán el paso del tiempo.
He dicho.
sábado, mayo 15, 2010
Lecciones de escritura
viernes, abril 30, 2010
Lecturas en curso/lecturas recién llegadas
Lecturas en curso:
1: Bram Stoker. Cuentos de media noche. Club Diógenes.
Cada cumpleaños me regalo un libro de Valdemar. Este fue el de este año.
Edición lindísima, rarísima, curiosísima. No hay vampiros (al menos hasta ahora), no hay fantasmas, nos hay seres horroríficos. Hay una manera muy retorcida de mirar el mundo y mucho, mucho humor renegrido. Mucha mala voluntad también, claro está. Tiene sus altibajos, uno de los cuentos está hermosamente escrito pero me dejó con cara de what. De cualquier forma lo recomiendo :)
2: Robert E. Howard. Las aventuras de Solomon Kane. Anaya.
Me lo merqué hace como 6 o 7 años en una feria del libro, y hasta ahora me doy tiempo de (h)ojearlo.
Muy heroico para mi gusto. El heroismo les queda bien a Artagnan, a Perceval y a Amadís de Gaula. No me convencen los héroes puritanos que salen a deshacer entuertos: cumplen con el requisito de estar locos, pero sin la gracia de don Quijote.
En su primer aventura, se enfrenta a ¡un fantasma asesino! ¡Hágame usté el favor! ¡Jesús del huerto!
Lo demás está más convencionalito: manos embrujadas, doncellas violadas que deben ser vangadas, y chuladitas así. No está mal, pero ya se me pasó la edad de disfrutarlo. Igual me lo voy a echar.
Lecturas recién llegadas
en mi calidad de editora, Océano me mandó dos novedades editoriales:
La papisa, y El club de los martes (¿o era viernes?) se reúne otra vez. El segundo es de un club de chicas que se reúne a tejer. No me interesa. Soy una perfecta imbécil tejiendo: le tejí al Pachuco una bufanda (que me quedó lindísima) cuando éramos novios, y me tomó nuestro noviazgo entero: 5 añotes.
A La papisa le tenía algo de fe, pero las primeras 5 páginas se me hacen anodinas. Le voy a dar chance los primeros dos capítulos, y luego al caño si no funciona.
Un abrazo.
1: Bram Stoker. Cuentos de media noche. Club Diógenes.
Cada cumpleaños me regalo un libro de Valdemar. Este fue el de este año.
Edición lindísima, rarísima, curiosísima. No hay vampiros (al menos hasta ahora), no hay fantasmas, nos hay seres horroríficos. Hay una manera muy retorcida de mirar el mundo y mucho, mucho humor renegrido. Mucha mala voluntad también, claro está. Tiene sus altibajos, uno de los cuentos está hermosamente escrito pero me dejó con cara de what. De cualquier forma lo recomiendo :)
2: Robert E. Howard. Las aventuras de Solomon Kane. Anaya.
Me lo merqué hace como 6 o 7 años en una feria del libro, y hasta ahora me doy tiempo de (h)ojearlo.
Muy heroico para mi gusto. El heroismo les queda bien a Artagnan, a Perceval y a Amadís de Gaula. No me convencen los héroes puritanos que salen a deshacer entuertos: cumplen con el requisito de estar locos, pero sin la gracia de don Quijote.
En su primer aventura, se enfrenta a ¡un fantasma asesino! ¡Hágame usté el favor! ¡Jesús del huerto!
Lo demás está más convencionalito: manos embrujadas, doncellas violadas que deben ser vangadas, y chuladitas así. No está mal, pero ya se me pasó la edad de disfrutarlo. Igual me lo voy a echar.
Lecturas recién llegadas
en mi calidad de editora, Océano me mandó dos novedades editoriales:
La papisa, y El club de los martes (¿o era viernes?) se reúne otra vez. El segundo es de un club de chicas que se reúne a tejer. No me interesa. Soy una perfecta imbécil tejiendo: le tejí al Pachuco una bufanda (que me quedó lindísima) cuando éramos novios, y me tomó nuestro noviazgo entero: 5 añotes.
A La papisa le tenía algo de fe, pero las primeras 5 páginas se me hacen anodinas. Le voy a dar chance los primeros dos capítulos, y luego al caño si no funciona.
Un abrazo.
sábado, abril 17, 2010
Cuando los vampiros se convierten en pastores
1. En mi época de estudiante de Letras españolas, me tocó leer, entre muchísimas cosas de cuyo nombre no quiero acordarme, cierto ladrillo intitulado Los siete libros de la Diana, publicado en 1559 por cierto portugués que escribía en español apellidado Montemayor. Edición linda, de Clásicos Castellanos. Lectura pesadísima: recuerdo pocas cosas peores en mi experiencia de lectora.
Recuerdo que cuando leía las Églogas, aquello de lo pastoril nomás me parecía curiosito. Con la Diana me resultó insufrible. Mandé a todos los diablos a los dichosos pastores, que en mala hora vinieron a relatarnos sus puerilidades: leer uno de sus diálogos era como asistir a una conversación entre dos prepos quejicas y llorositos porque la novia no aflojó. Cuando dejé la experiencia atrás me prometí no volver a experimentarla. Leer Amadís de Gaula enterito me parece menos perverso que echarse por gusto una novela pastoril, me cae.
2. Hace cuatro meses pasé por mi último coqueteo con mi primera profesión: la docencia. Luego de tres años de no pisar las aulas, descubrí que los chicos siguen igual de insufribles, mentecatos y altaneros. También descubrí que finalmente leían, y para mi pertinaz alegría, me di cuenta de que leían horror: estaban clavados con una serie de novelas llamada Crepúsculo, acerca de unos vampiros muy nice. Yo pensé: no puede ser peor que Entrevista con el vampiro o un libro promedio de Stephen King. Conclusión: aguas con lo que piensas.
3. Por no quedarme sin saber qué onda, hace dos meses me animé a leer los libros de Crepúsculo en versión electrónica: una compañera de trabajo tuvo la bondad de mandármelos, porque se enteró de que me gustan los libros de horror. Ello me hace llegar a las siguientes consideraciones:
a) Los libros de esta susodicha y mal llamada saga son sumamente fáciles de leer. Paso a demostrarlo: lees un capítulo, te saltas tres; lees dos capítulos, te saltas cinco; lees tres capítulos, te saltas seis. Les juro que no se pierde el hilo de la narración (o lo que quiera que sea), y en cambio, gana en agilidad.
b) Los libros de esta serie no pueden, bajo ninguna circunstancia, ser clasificados como de horror; mucho menos como fantasía, ciencia ficción, o ficción épica. Son simple y llanamente una abominación: me gustaría decirles que no entran en ninguna tendencia literaria, pero desgraciadamente, vienen de una tradición que ya van adivinando: la novela pastoril. Y si no me creen, paso a dejarles leer la definición de novela pastoril con que se luce Wikipedia al día de hoy:
"La novela pastoril es un subgénero narrativo épico que se configuró históricamente en el Renacimiento a partir de la aparición de la Arcadia del italiano Jacopo Sannazaro.
Existía ya una amplia tradición anterior que viene de la literatura pastoril, centrada en torno al subgénero lírico de la égloga o poema; la mayoría de las veces consistía en un diálogo en que diversos pastores idealizados se cuentan sus amores, afortunados o no. La égloga o idilio pastoril nació con el poeta griego Teócrito, quien fue seguido en este género por el también griego Mosco y el poeta romano Virgilio, quien innovó al hacer de sus pastores trasunto de personajes reales de su entorno: Mecenas, el emperador Augusto etc. Posteriormente, en la Edad Media, Giovanni Boccaccio compuso algunas prosas narrativas de tema pastoril y eglógico, como el Ninfale d'Ameto y el Ninfale Fiesolano. Pero será Jacopo Sannazaro quien, en su Arcadia (1504, traducida al castellano en 1549), configure definitivamente el género como un argumento narrativo entreverado de composiciones o canciones en verso de tema amoroso entonadas por los pastores.
La novela pastoril refleja la visión idealista y poco realista del Renacimiento, su espíritu estilizado y su platonismo. La temática es siempre amorosa y ofrece una visión estática de la naturaleza. La narración es morosa y lenta y la acción, que es sin embargo embrollada, se desenvuelve con premiosidad ya que lo que importa fundamentalmente es el análisis de los sentimientos y pasiones de los personajes y la descripción del paisaje natural. Por otra parte, son frecuentes las interrupciones con digresiones de todo género o incluso con otras historias ajenas a la acción principal, aparte de los constantes versos intercalados."
Wikipedia, consultada el 21 de abril de 2010. Las cursivas son mías.
c) Confieso que me da pena emparentar a los vampiritos pastores con la novela pastoril; cabe pensar que si el Quijote se recetó los libros de la Diana y Cervantes se animó a escribir su propia novelita (La Galatea) la cosa no puede ser tan mala. Y en efecto, estrictamente hablando, no lo es. Pero imaginen una fiebre irrefrenable de novelas pastoriles, imaginen a un ingente ejército de escritores salidos de Dios sabe dónde escribiendo las aventuras y desventuras de los imberbes pastorcillos que pululaban por los campos europeos. Imaginen que en las tertulias no se hablaba de otra cosa, que las damas centraban sus conversaciones vespertinas en los infortunios de Nemoroso, y los bachilleres en las virtudes de Silvia.
Ahora imaginen a una multitud enorme de prepos, a un verdadero ejército de chicas (y chicos) profesionistas, amas de casa, y empleadas de comercios dedicando sus tardes, cadenas de correo, entradas de blog (¡hola!), tweets, muros de facebook, etcétera, a las aventuritas de Bella Swan, Edward Cullen y su caterva de vampiritos pacifistas. ¡No mames! ¡Igualito que con la novela pastoril! ¿Qué no?
4. Bucky B. Katt (http://comics.com/get_fuzzy/), uno de mis nunca bien ponderados héroes, se dedicó, hace un par de meses y durante varias tiras, a convencer a Rob de que lo que la gente necesita para relajarse es ver películas aburridas. Supongo que eso se aplica a las lecturas. ¿Quieres relajarte? Échate Crepúsculo. Nomás que aguas: consumir basura es nocivo para la salud, y si terminas con una embolia, un infarto cerebral o un aneurisma, será únicamente culpa tuya. Advertido estás.
5. No vuelvo a echar pestes de Anne Rice ni de Stephen King. Perdón, máster: tus vampiros sí son vampiros: chupan sangre, seducen cualquier cosa que se mueva, condenan almas para toda la eternidad, y por sobre todo: ¡no juegan con la comida y se cogen a la chamaca! ¿Qué mariconadas son esas de pasar las noches con la chica sin siquiera tocarla, nomás platicando de cómo podría resultar el rapidín? ¡Me cae que qué enfermos!
6. Y no le sigo, que tendría que hablar de Volturis, hombres lobo que no son hombres lobo, guerrillas chileras entre vampiros, íncubos mal entendidos, y engendros chafas. ¡Malhaya la moralina de la pendejeta de la Meyer, que le pone "valores" a los libracos, cita los cuatro libros que ha leído en su vida, y ya con eso reinventó al vampiro! ¡Por los clavos de Cristo! ¡Por los cuernos de Lucifer! ¡Mecachis!
7. Mi opinión se resume en dos sabias palabras expresadas continuamente por mi compa Hellboy: "Oh, crap!"
Novedades recientes
1. Este honorable Hurón tiene 34 años. No se siente más viejo: sólo más guarro, un poco más suspicaz con la gente, y más tajante con los juicios de valor. Si antes decía: "Los regiomontanos no tienen perdón de Dios: eligieron alcalde a Madedito", ahora dice: ¿Qué les pasa a los regiomontanos? ¿Por qué eligieron a Medina? Él no tiene el pretexto de ser genéticamente débil mental, como Madedito..."
2. Este Honorable Hurón espera su segundo vástago. A diferencia de la Hurona, que ha sido la niña más planeada en la historia de la humanidad, este huroncito viene a la brava: sin planes, sin dinero extra, sin agenda. Por eso me parece que todo saldrá a la perfección. Y tengo la ominosa impresión (muy lovecraftiana, supongo) de que será niño. Dios nos ampare: los varones de mi familia son muy caramba.
3. He pasado un par de meses leyendo basura. Mucha, mucha basura. He descubierto fehacientemente lo que ya sabía a todas luces: la chatarra es adictiva. No requiere de esfuerzo, no requiere de razonamientos. La basura es basura y está allí, y se lee con tanta o más facilidad que se ve por televisión un programa basura. Por supuesto que lo he intercalado con libros que no son basura, pero no obsta el hecho de que invertí cosa de dos meses en leer basura. ¿Y qué hay que decir al respecto? Raza: si tiene ganas de leer basura, háganlo, pero no gasten dinero en ello. Busquen su basura en internet, lean a gusto, y después deséchenla. Así es como debiéramos leer basura: con la posibilidad de deshacernos de ella con la misma facilidad con que la adquirimos.
Además, es más ecológico.
Abrazos.
2. Este Honorable Hurón espera su segundo vástago. A diferencia de la Hurona, que ha sido la niña más planeada en la historia de la humanidad, este huroncito viene a la brava: sin planes, sin dinero extra, sin agenda. Por eso me parece que todo saldrá a la perfección. Y tengo la ominosa impresión (muy lovecraftiana, supongo) de que será niño. Dios nos ampare: los varones de mi familia son muy caramba.
3. He pasado un par de meses leyendo basura. Mucha, mucha basura. He descubierto fehacientemente lo que ya sabía a todas luces: la chatarra es adictiva. No requiere de esfuerzo, no requiere de razonamientos. La basura es basura y está allí, y se lee con tanta o más facilidad que se ve por televisión un programa basura. Por supuesto que lo he intercalado con libros que no son basura, pero no obsta el hecho de que invertí cosa de dos meses en leer basura. ¿Y qué hay que decir al respecto? Raza: si tiene ganas de leer basura, háganlo, pero no gasten dinero en ello. Busquen su basura en internet, lean a gusto, y después deséchenla. Así es como debiéramos leer basura: con la posibilidad de deshacernos de ella con la misma facilidad con que la adquirimos.
Además, es más ecológico.
Abrazos.
lunes, febrero 01, 2010
Tarde de día feriado
Dos cosas.
1: el libro intitulado Percy Jackson y el ladrón del rayo es un clon barato de cualquiera de los libros de Harry Potter. Te gustaron los libros del maguito, tal vez te gusten los de este muchachito. Por mi parte, recomiendo que emplees mejor tu tiempo (te lo dice alguien que se echó los siete libros del Potter y no guarda buenos recuerdos de todo ello).
2: pasar la tarde tirando güeva después de chutarte el librito ese y de recoger la casa es lo mejor del mundo. Lo recomiendo ampliamente (tirar güeva, que conste).
1: el libro intitulado Percy Jackson y el ladrón del rayo es un clon barato de cualquiera de los libros de Harry Potter. Te gustaron los libros del maguito, tal vez te gusten los de este muchachito. Por mi parte, recomiendo que emplees mejor tu tiempo (te lo dice alguien que se echó los siete libros del Potter y no guarda buenos recuerdos de todo ello).
2: pasar la tarde tirando güeva después de chutarte el librito ese y de recoger la casa es lo mejor del mundo. Lo recomiendo ampliamente (tirar güeva, que conste).
viernes, enero 15, 2010
Y entonces, ¿qué haces, güey?
El Hurón trabaja en la edición de un libro promocional, con orientación de negocios, sobre Reynosa. Una especie de press kit para el inversionista mexicano y gringo que llega a Reynosa con su empresa bajo el brazo. El Hurón necesita datos estadísticos (muchos, muchos datos estadísticos), así que el Hurón hace lo obvio: llama a la Secretaría de desarrollo económico de Reynosa para pedirlos. Específicamente llama a la Dirección de empleo, para solicitar las estadísticas del movimiento del empleo del año 2008 a la fecha. Y le responden al Hurón: "Ah, pus fíjese que nosotros no tenemos esos datos: de hecho, nosotros no tenemos estadísticas de nada..."
Y yo pregunto, ¿entonces qué haces en tu jale, si te encargas del trabajo en Reynosa y no sabes qué onda con el trabajo?
Que alguien me explique...
lunes, enero 04, 2010
Propósitos
1. Perder peso mágicamente, sin esfuerzo y sin dejar de comer.
2. Ganar un chingo de lana (jajajajajajajaja).
3. Ejem, escribir.
4. Ejem, actualizar este blog una vez por ... mes?
5. Mimar mucho a la hurona.
6. Leer un libro por mes.
7. Ver una película por semana.
8. Ver la tele.
9. Ordenar la biblioteca.
10. Pasar más tiempo con la Hurona y el Oportuno.
Feliz 2010, raza. Lo bueno es que ¡el 2009 ya se fue al carajo! Lo malo es que aún cargamos con esa cruda.
Abrazos ;)
2. Ganar un chingo de lana (jajajajajajajaja).
3. Ejem, escribir.
4. Ejem, actualizar este blog una vez por ... mes?
5. Mimar mucho a la hurona.
6. Leer un libro por mes.
7. Ver una película por semana.
8. Ver la tele.
9. Ordenar la biblioteca.
10. Pasar más tiempo con la Hurona y el Oportuno.
Feliz 2010, raza. Lo bueno es que ¡el 2009 ya se fue al carajo! Lo malo es que aún cargamos con esa cruda.
Abrazos ;)
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