lunes, febrero 19, 2007

Dificultades técnicas


¿Se acuerdan del Gólem, esa criatura nada simpática, obscena, contra natura, de cuyo nacimiento da noticia Borges en un poema (probablemente el más conocido de él junto con Ajedrez) de título homónimo? ¿Tema de películas (Der Golem, 1920), novelas (la de Meyrink, como ejemplo más célebre) y hasta de episodios de Batman Animated?

Bueno, pues si se acuerdan (yo sé que sí, je), han de saber que su contrahechura, mal genio y, como diríamos hoy en día, "capacidades diferentes" no provenían, como creía Borges y reza la leyenda, de la incorrecta escritura del nombre de Dios en su frente (la del Gólem, claro está), de lo cual habríamos de culpar al negligente rabino praguense y su paupérrimo dominio de la sintaxis divina.

Ahora resulta que todo se debe a dificultades técnicas, como quien dice, "It's beyond my control..."


La difícil tarea de parecer humano

Staff

Monterrey, México (19 febrero 2007).- Muchos pensarán que no es fácil ser humano, y los científicos están descubriendo que parecerlo tampoco lo es.

Sus intentos por diseñar un humano artificial están topando con un gran obstáculo: la complejidad del ser humano real.

Las implicaciones tecnológicas a la hora de imitar cosas que para una persona son tan naturales como sonreír, hacer gestos, brincar o caminar han hecho más lento el proceso.

Aun así, los expertos no se rinden.

En Japón experimentan ya con un robot danzante, y la intención va más allá de dotar a algún solitario con una pareja de baile.

Se trata de hacer que el robot acople sus movimientos con el de una persona para evitar hacerle daño.

También se trabaja en robots que caminan y gesticulan, así que, a la larga, la imagen de una sociedad de androides y personas podría hacerse realidad.

El Norte, febrero 19/ 2007


Así que ya lo saben. El Gólem aún anda rondando por ahí, sólo que amenaza con ser bastante funcional, civilizado y, qué remedio, anodino.


Pasen bonito día.

3 comentarios:

Diana dijo...

Me hiciste recordar un artículo que leí a finales de los ochenta, en odnde andaban programando a un robot para resolver problemas simples. Después de meses de desarrollo, lo mandaron a buscar no sé que madres al exterior, en donde estaba lloviendo. El robot volvió por el impermeable del programador (cosa que no estaba prevista) y salió por el objeto.

Ni modo, nos estamos dando prisa en acabarnos el mundo para dejarle lugar a los Terminator, o a que seamos parte de The Matrix, o sabrá Dios qué mafufada. Sería chido armar apuestas al respecto, si no fuera que no habría manera de cobrarla.

¡Platicamos, Yasilla! La nena se estrena en el kinder hasta este martes, pero ya está inscrita.

Renato dijo...

¡Pasmarota, pasmarota, pasmarota!

:D

Nicolás Díaz dijo...

Luego el robot notó que el impermeable no era de marca, llamó naco al programador y prefirió mojarse.

Lo que hace fálta es una homúncula como la de Weird Science.