¡Esa es mi Nena chula y jija del maiz!
Ayer fue un día intenso para la canija: ya se soltó aplaudiendo, descubrió los columpios, sostuvo una conversación larga y tendida en idiomas cthulhescos con su prima Grecia, varios meses menor que ella, dijo que sí por primera vez con su cabecita dura y subió, sola y sin pestañear, las escaleras de la casa, gateando y sorteando todas las dificultades técnicas que el diseño chafa de una casa de fraccionamiento puede entrañar.
¿A poco no es un amor la güerca? ¿A poco no les da pendiente? Ya se me hace que la veo trepada del cerro más pinche de Nuevo León dentro de 15 años (si es que queda algún cerro, pinche o no, ja). Es absolutamente necesario enseñarle a caer sentada y a usar casco de seguridad... Tenemos que convencer a los gatos de que convivan más con ella, para que la enseñen a caer de pie :)
Pasen bonito día.
2 comentarios:
¡Qué chido por la Irene!
Creo que Helena y ella van a andar haciendo revolución dentro de muy poco...
Qué bueno que es tan desenvuelta... ya ves que yo todavía no me animo a soltar a Helena por las escaleras... aunque también ya conoces mis escaleras.
Cuídate, raza...
¡Ya sube la escalera!
No estoy seguro con los gatos. Julieta y Ludo son bien malhoras, capaz que le hacen banquito para que se caiga de sentón. Mejor que aprenda a jinetear al Moro, le cambiamos el nombre a Belleza Negra. O Caballo Prieto Azabache.
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